sábado, 11 de agosto de 2012

Día Internacional de las Poblaciones Indígenas

El 9 de agosto se celebra el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas. La fecha, promulgada por la ONU en 1994, recuerda el día en que se reunió por primera vez la Junta de Trabajo destinada a solucionar las cuestiones relacionadas con estas poblaciones en materia de la educaciónsalud,derechos humanos medioambiente

La riqueza de la cultura aborigen es inmensa y milenaria: enAmérica, los incasmayas y aztecas habían desarrollado su conocimiento a grados tales de complejidad que, en muchos aspectos, éste era más avanzado que el de los europeos para la misma época. El calendario azteca, las terrazas incas, ideales para la agricultura, y los libros sagrados mayas, el Popol Vuh y el Chilam Balam, son testimonios del valor que la cultura y la ciencia habían alcanzado en estos pueblos. La influencia en la lengua es notable: palabras como cancha, chacra, garúa y papa, que utilizamos a diario, son de origen indígena. 

Si bien se habla indistintamente de “aborígenes”, debemos tener en cuenta que estos pueblos están formados por más de 350.000.000 de personas alrededor del mundo. Por ende, se trata de comunidades muy distintas entre sí, con una lenguaculturas y tradiciones propias.



jueves, 9 de agosto de 2012

Universidad Coya

LENGUA ORIGINARIA EN EL HABLA COTIDIANA DEL SIGLO XXI

CULTURA : LA SUPERVIVENCIA DE LA LENGUA ORIGINARIA EN EL HABLA COTIDIANA DEL SIGLO XXI 

"Cancha", "Mate", "Vincha": el quechua básico de los argentinos

Cómo y por qué muchas palabras se integraron y modificaron el español.

Rogelio Ramos Signes. ESPECIAL PARA CLARIN 

El habla cotidiana de los argentinos le debe muchas palabras al quichua; términos que (casi siempre) usamos sin siquiera preguntarnos acerca de su origen. Así es como cultivamos una "achira"; asistimos a la "cancha" para ver un partido; sujetamos el cabello de nuestra hija con una "vincha"; nos sentamos en una silla de "totora", mientras la lluvia se desliza por el "toldo", llena el "tacho" y en la "pampa" crecen los "yuyos".

¿Cómo le habríamos llamado a cada uno de estos elementos, sin la ayuda desinteresada de nuestros olvidados antecesores? ¿Los morochos serían los "morenos", como dicen los españoles? ¿El zapallo sería la "calabaza", el choclo sería simplemente el "maíz", "patata" la papa, "alubia" el poroto, una "vaina leguminosa" la chaucha? ¿El locro sería un "guiso"? La cancha pasaría a ser el desabrido y explicativo "campo de juego"; el tacho, un "recipiente"; los yuyos, unas "hierbas silvestres"; la pampa, una "llanura"; la vincha, una "cinta elástica".

Resulta indispensable recordar que también hay palabras de esa lengua que han dado origen a algunos verbos, en perfecta conjugación castellana. Y es en esa simbiosis, dada por el uso cotidiano, de generación en generación, donde encuentra su nicho este mestizaje. Son sólo ejemplos. La palabra achura, de extendido uso en el arte del asado, dio como resultado el verbo "achurar", matar a alguien introduciéndole un arma blanca en el estómago, en las vísceras, en las tripas, en las achuras, ganándose un lugar en el submundo del hampa y la gauchesca.

El mareo producido por la falta de costumbre a permanecer en tierras altas, encontró en la palabra "puna" el pretexto para el verbo "apunar". Apunar no es cualquier mareo producido por las alturas, y muy poco tiene que ver con el vértigo; apunar (que también se da de manera reflexiva: apunarse, ya que es un acto personal, además de involuntario) es un mareo específico.

Sería bueno, entonces, recordar también dos o tres palabras aymaras que son parte de nuestro hablar cotidiano. El "cuco", por ejemplo, el famoso cuco con el que todavía algunos adultos estúpidos asustan a los niños, significa "fantasma" en aymara, y tiene su origen en viejas historias de la tradición oral. El término "chuso", que por alguna extraña razón también se usa como cachuso, significa "vacío" "que nada contiene", por ello es que algo que está arrugado y envejecido, está chuso.

En busca de la fascinante e imposible Ciudad de los Césares los invasores españoles conquistaron y sometieron a cuanto pueblo del Nuevo Mundo apareció en su camino, e incluso a aquellos pueblos de desarrollada cultura, como el de los incas, invasores en sí mismos. Así ambos pueblos, juntos, siguieron adelante en su tarea expansiva.

A partir de esa rara sociedad, de esa fanática cruzada por tierras atónitas, el quichua (cumpliendo decisiones de los concilios de Lima) pasó a ser el instrumento de catequización cristiana. Las lenguas cacana, comechingona, indamás, lule, sanavirona y tonocoté, entre otras, pasaron a ser ilegales. Practicarlas era ponerse automáticamente fuera de la ley. Español y quichua, nada más. Dios era bilingüe y las palabras extrañas lo ofendían. Por el Camino del Perú, Tucumán era atravesado hacia el sur, llevando la cruz y el sufrimiento de un hombre clavado en ella desde hacía muchos siglos pero que se expresaba en quichua con supervisión castellana. El quichua, por lo tanto, en muchas regiones de nuestro país, también es una lengua extranjera.

Al igual que el castellano, es una lengua eminentemente grave. Las palabras acentuadas en la penúltima sílaba son mayoría en el parque lingüístico de ambos idiomas. Tal vez por eso hayan podido abrazarse y solidificarse con tanta facilidad en los topónimos de las provincias del Noroeste Argentino, e incluso más allá. Vayan dos o tres ejemplos sólo para asentar con un ligero trago la afirmación: Tacahuasi ("Casa donde se muelen espinas" en Catamarca), Horco Molle ("Arbol del cerro" en Tucumán), Pucapampa ("Llanura colorada" en Jujuy). Y tengamos en cuenta Tilcara, Humahuaca, Burruyacu, Uspallata. Ese abrazo lingüístico, previsible e inevitable, también se dio en otros órdenes; en la fe, por ejemplo. A sangre y fuego, primero; por resignación, después; y finalmente por voluntad propia, muchos indios abrazaron la fe de Cristo; de México a la Argentina, sin exclusiones.


Fuente: Clarín Digital

domingo, 5 de agosto de 2012

Derechos del Niño en lengua Mapuche

Pichi che ñi mupitumDerechos del Niño en lengua Mapuche 

1. Ichrocom, pichi que zomo ca pichique huenchru, nieiñ chruftuque mupin que che zungun ca feli ñi che chroqui ngueal.
Todos, niños y niñas, tenemos los mismos derechos y deben ser respetados.




2. Cüme chremam ca cüme chremo mongueal, feli ñi cüme zapi ngueal.
Para crecer y desarrollarme en forma saludable, necesito cuidados


3. Nien mupitun quiñe gühui ngueal ca quiñe nguen mapu ngueal.
Tengo derecho a un nombre y a una nacionalidad


4. Nien mupitun ñi incpengueal ñi chremonguen ponui püchra ñi ñuque meu ca ñi cüme iltu ngueal, ruca, aucatun ca ñi cüme zapi nieateu pu za che fe.
Tengo derecho a que sea protegida mi salud desde la pancita de mi mamá y a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.


5. Pichique zomo ca pichique huenchru, felihin nieal chrurtu que zungu mülele quiñeque caqueume zungun taiñ calül meu, raquizuam meu cam lofqueche meu, feli ñi cüme elngueam cümeque fill zapitun.
Niños y niñas debemos tener igualdad de oportunidades. Si alguno de nosotros tiene dificultades físicas, mentales o sociales, debe recibir la atención y cuidados especiales que necesita.


6. Ñi cüme chremam zuampe nieihien cümeque incañpen tañi mongueiel meu, lofqueche mapu meu ca nguenque amulzungufe meu.
Para crecer bien necesito amor y protección de mi familia, de la comunidad y de las instituciones.


7. Cüpa aucantuquen, chrecacantuquen ca ñi amual quimel hue meu feli tañi quellu niengueal.
Me gusta jugar, pasear e ir a la escuela. Necesito que me ayuden a lograrlo.


8. Chem huesha que zungur’rume mülele feli mai tañi une ñi incañpengueal.
En toda circunstancia debo ser el primero en recibir protección y socorro


9. Incañpe niengueal comque chrana cunun neu, auhucan meu, ngünecan meu cam canguequechi chroquin ñi iñfitu ngueal monguen meu.
Debo ser protegido contra toda forma de abandono, maltrato, explotación o práctica que perjudique mi desarrollo.


10. Cüpa monguen quiñe huall tue que mapu meu cüme felen meu ca quellual.
Necesito vivir en un mundo en paz y puedo ayudar a construirlo




Fuente: Tomado del muro de Tahiel Aukan Newen 

viernes, 3 de agosto de 2012

Colón y la ambición por la búsqueda de oro

"Hacia el siglo XV, en la Europa central, no resultaba nada extraño leer y escuchar historias de viajes y tierras lejanas, que se aparecerían en los confines o emergiendo por debajo de los océanos. Quizá uno de los más emblemáticos fuera la novela de Dante, La Divina Comedia, donde se presentaba al mítico Ulises, lanzándose a su último viaje, movido por un deseo de “experiencia de todas las tierras que sean y de la naturaleza del hombre, buena o mala”. 

Fue en aquel contexto que Cristóbal Colón se aventuró por primera vez a través del océano Atlántico, en un viaje de 32 días, bajo la guía de Dios, las estrellas, los cielos, los vientos, las corrientes y de una pequeña brújula y un astrolabio, sin saber que su llegada a tierra firme cambiaría el mundo para siempre. Mientras los portugueses ya habían explorado las costas africanas y los ingleses, las del actual Canadá, Colón había ofrecido a los reyes católicos, Fernando e Isabel, de la corona de Castilla y Aragón, alcanzar las costas de Asia a través de Occidente, ofreciéndoles una venturosa campaña comercial. Tanto creía en su destino, que durante casi una década no claudicó en sus intentos por convencer a los reyes de que lo apoyaran en su expedición. 

No le faltaban elementos: era un gran conocedor de la técnica náutica y de la geografía, aunque todavía una gran mayoría creyera que la tierra era plana. Pero a comienzos de abril de 1492, finalmente, cuando Colón se marchaba una vez más cabizbajo de Madrid, lo alcanzaron dos judíos aragoneses que confiaban en su plan y lograron convencer a la reina Isabel de apoyar la expedición. El 17 de abril se firmó una capitulación, nombrándose al genovés almirante, virrey y gobernador, de todas las islas y tierras firmes que descubriese o ganase. 

Pronto, Colón logró que sus financistas y asesores reunieran tres naves, la Santa María, propiedad de Juan de la Cosa; la Pinta, de Gómez Rascón y Cristóbal Quintero; y La Niña, de los hermanos Niño. Colón tomó el mando de la primera y el 3 de agosto de 1492, las tres carabelas desplegaron velas en el puerto de Palos. 

Se iniciaba así una oscura era para los habitantes de las tierras “descubiertas”, que serían esclavizados y diezmados. La ambición por la obtención de oro no tenía límites como se evidencia en el fragmento que a continuación transcribimos en donde un biógrafo de Colón se refiere a la práctica del almirante de cortarles las manos a los indígenas que no conseguían el precioso metal." 

Fuente: Felipe Pigna, Los mitos de la historia argentina, Buenos Aires, Editorial Norma, 2004, pág. 38. 

"Quien fuera el que inventara este espantoso sistema, como único método de producir oro (el de cortarles las manos a los que no consiguieran el precioso metal) para la exportación fue Colón. Aquellos que huyeron a las montañas fueron cazados con perros, y de los que escaparon se ocuparon el hambre y la enfermedad, mientras miles de criaturas en su desesperación tomaron veneno de mandioca para acabar con su miseria". 

Samuel Eliot Morison, biógrafo de Colón 

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